Vacaciones en Cantabria. El verano en Cantabria tiene una gran ventaja: no hay que elegir entre la playa o la montaña. Se puede, claro, escoger una opción sobre la otra y hartarse a disfrutarla rodeado de la familia o con los amigos, pero en ningún caso será por obligación.
De hecho, nada más fácil que disfrutar de las cumbres y de la arena y las olas en Cantabria simultáneamente, porque aquí la falda de la montaña acaba muchas veces rozándose con las dunas de los arenales.
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El mar en Cantabria
La bahía de Santander, las villas de Liencres, Somo, Suances, San Vicente, Comillas, Laredo, Santoña, Noja, Isla, Castro, la costa cántabra es un auténtico festival para los sentidos. Villas con solera, villas marineras en las que la gastronomía, la cultura y el entorno natural hacen imposible no disfrutar al máximo de la estancia en cualquiera de ellas.
¿Disfrutar de la mejor gastronomía, basada en todo tipo de delicias recién salidas del mar? Es más posible.
¿Probar la vela, el kayak, el buceo, el surf, el windsurf, el kitesurf? ¿Hacer mountain bike, senderismo, escalada, parapente? También. Las opciones son infinitas. Como Cantabria.
El turismo de playa es uno de los grandes atractivos de nuestra región, que cuenta con algunos de los arenales más llamativos de la Cornisa Cantábrica: Liencres y la ría de Mogro, las playas de la bahía de Santander, Somo, Langre, La Salvé, Suances, Comillas, Oriñón, La Arnía, La Canal.
En materia de playas y hablando de Cantabria, como se suele decir, “el que pueda… ¡que elija!”
La montaña en Cantabria
Para quienes prefieren los mares de nubes al mar cantábrico y los parajes montañosos y los tupidos bosques de la roca cántabra a los arenales y a los acantilados, Cantabria también es la opción perfecta para disfrutar del verano (y del resto del año, claro).
Nuestra región siempre sorprende a quienes se deciden a visitarla por la belleza y la enorme variedad y riqueza de sus paisajes interiores.
Tanto los valles y zonas bajas, con sus verdes prados (un verde que resiste sin problemas el periodo estival) perfectamente recortados por sus milimétricos muros de piedra, con los bosques y el matorral escalando las laderas, como los parajes agrestes y montañosos de los Picos de Europa, son auténticas maravillas para los sentidos.
Muchos turistas se animan a visitar Cantabria gracias a la tranquilidad y la sobria belleza de sus pueblos, al calor de sus gentes, a los parques naturales y al de Cabárceno, a la excelsa gastronomía cántabra, de primer nivel o de estilo clásico pero siempre excelente. ¿Por qué? Porque a Cantabria le sobran atributos y ventajas.
Una de las cualidades más valoradas por quienes visitan Cantabria es la tranquilidad, que no está para nada reñida con la potente oferta cultural y festiva de esta región, más ahora, con las fiestas de verano inundando de gente y alegría toda la región.
En ese sentido son ya muchos los turistas que, cansados de pasarse sus vacaciones haciendo colas o buscando un hueco donde clavar la sombrilla, apuestan por Cantabria para acabar repitiendo al año siguiente. No falla.
“Yo quiero ir de vacaciones a la playa! ¡Pues yo a la montaña…!”
Pues nada. No hace falta discutir: ¡Tod@s a Cantabria!