Soberbia e inédita propiedad en uno de enclaves con más historia de la provincia cántabra como lo es el encantador pueblo de Liérganes. Una arquitectura espectacular cuya fachada se remonta al año 1872, grandes columnas de hierro colado en un pórtico de orden toscano apoyado sobre un alto basamento al que se accede por unas escaleras laterales, también de hierro procedente de la siderurgia santanderina, una joya ubicada en una generosa finca que desprende la clase y categoría propias de su tiempo, por el que ha perdurado solemne hasta nuestros días. Majestuoso palacete rebosante de historia, identidad de la época señorial a la que pertenece.

La finca nos recibe con un impresionante jardín cuya extensión goza de 7.130 m2, en la que observamos dos propiedades, la casona palacio principal y la casa dedicada en su momento al personal de servicio, toda ella presidida por un exuberante magnolio que presume de ser el más alto de Cantabria y que supone un atractivo muy especial, aportando armonía y exotismo al paisajismo que ilustra el entorno que la rodea. Accedemos a su interior por un encantador caminito de tierra arbolado que desprende magia y te invita a hacer un viaje en el tiempo trasladándote a la época de esplendor con sabor a nobleza que se respira por todos los rincones del edificio principal, del secundario y del marco en el que se encuentran.

Casona noble caracterizada por su estilo neopalladiano, de planta rectangular con un salón circular sobre el que se alza una cúpula chapada que le cubre, fue mandada construir por un indiano apellidado Llama, probablemente a partir de unos planos hechos en América, destacan sus altísimos techos, las amplias estancias en la planta principal en las que acontecían los eventos sociales, el hall, espléndidas vidrieras, robusta escalera de madera, salones de té, salas de juegos, todos los espacios privilegiados con llamativos detalles ornamentales en puertas y techos, y sobre todo la luz, absolutamente protagonista de todo el edificio.

Distribuida en tres plantas de más de 400m2 cada una, extensos pasillos, numerosas habitaciones y una espectacular biblioteca, un despacho y una espectacular sala de billar por los que parece haberse detenido el paso del tiempo.

Ubicada en la zona anterior al palacete se encuentra otra casa de dos alturas con más de 200m2 por planta, anteriormente destinada al uso del servicio, de los guardeses.

La impresionante postal que brinda cualquier rincón del jardín o cualquier ventana de esta impresionante propiedad le regala majestuosidad y auténtica armonía con el lugar, permitiendo de esta manera disfrutar de un paisaje único y bellísimo como es el de los mantos verdes que cubren la tierruca Cántabra.

Una finca en un enclave natural de ensueño, que destila grandiosidad y prestigio por doquier, metros distribuidos en dos edificios rodeados de jardín le confieren muchas posibilidades para hacer de ello el proyecto de tus sueños.

Su situación privilegiada, en el centro de un pueblo histórico con esencia y encanto naturales, con las mejores vistas de la Cantabria Infinita entre las que destacan dos montañas muy famosas en la costa cántabra, se trata de los Picos de Busampiro y que son vulgarmente conocidos como las ‘Tetas de Liérganes’.