Un verdadero TESORO al borde del Mar Cantábrico. Una piedra preciosa al límite de la Costa que bien parece un regalo del Mar. Una casa que habla por sí misma, en tono desafiante y amable a la vez, que cuenta su propia historia, líneas rectas y depuradas, techos altos, espacios generosos con una distribución original muy marcada. Una casa que brilla por su sencillez extrema, sin más pretensión que el espectacular enclave del que goza impenitente y con el además empasta a la perfección convirtiéndolo en un marco de belleza permanente.

Esta magnífica propiedad destila categoría en toda su extensión, te atrapará el aire nostálgico que desprende la costa cántabra que podrás ver desde la cama o el salón junto a su chimenea, brindando Impresionantes vistas de los acantilados que bordean la increíble costa del Cantábrico. El regalo de disfrutar de un cuadro viviente como el que ofrece su terraza al Sur, los ventanales que enmarcan esta preciosa propiedad y su salón no tienen precio. Un porche de lo más apetecible rodeado del precioso jardín con un jacuzzi que se integra de forma natural en un espacio que es diseño de autor; es imposible no imaginarse disfrutando de un café, una velada íntima, en familia o con amigos en uno de los espacios al aire libre más apetecibles de esta casa.

Tres alturas: en la planta principal una cocina en la que no se han escatimado metros, más que luminosa, vistas al jardín y una amplia zona de comedor. Un salón-comedor con chimenea y de lo más acogedor, un baño independiente para dar servicio a este nivel y subimos de nivel, escaleras cómodas de madera abren paso a la segunda planta en la que encontraremos una habitación doble con vestidor, dos habitaciones más y un gran baño, todas las estancias de esta planta gozan de un acceso directo a la gran terraza al sur que se encuentra en la planta superior, extensión de un espacio acristalado y polivalente que permite disfrutar de una impresionante visual compuesta por ‘tierra y mar’.

Es una construcción joven, bien hecha y conservada en su estado original, sus más de doscientos cincuenta metros cuadrados construidos brindan infinitas posibilidades, como planteamiento de primera o segunda residencia familiar, por su extraordinaria buena comunicación, su cercanía a Santander (30 minutos), al aeropuerto de Severiano Ballesteros (20 minutos) e incluso por estar a 40min escasos de Bilbao, a pesar de lo cual mantiene íntegra su característica de estar en un lugar exquisito al límite de la costa y por ende inmediato a su playa más cercana de Berria, así como del resto de playas limítrofes, Somo y Loredo a 15 min, Galizano, Langre, Isla en la dirección opuesta a 12 min, entre otras, muy bien comunicado con las principales vías de acceso. Una zona fantástica, ideal para refugiarse, en plena costa oriental cántabra y a la vez la sensación de encontrarse en el interior más profundo de la provincia. Es un lugar perfecto para combinar ambos estadios de la ‘Cantabria infinita’.

UBICACION

Ajo es la capital del municipio de Bareyo (Cantabria). Un lugar donde la belleza de sus acantilados y su privilegiadas vistas al Cantábrico te atraparán. Un enclave que rebosa interés histórico, paisajístico y cultural.
En agosto de 1930 se inaugura el faro de Ajo, siendo el más nuevo de Cantabria. Durante la Guerra Civil dejó de alumbrar a las 10 horas y 45 minutos del 23 de agosto de 1936. La Ojerada, se trata de una zona rocosa en la que el mar, a lo largo de millones de años, ha creado cuevas y caprichosas formas. Su forma, similar a dos grandes ojos a través de los cuales se ven el cielo y el mar, es lo que ha dado su nombre al lugar. El cabo Quintres, conocido como La Atalaya, tiene una altura de 132 metros sobre el nivel del mar, forma uno de los acantilados más altos de toda la costa cántabra. Desde sus alrededores se obtienen unas magníficas panorámicas de toda la costa.